jueves, 18 de octubre de 2007

Los dos amigos

Allá, muy lejos en Monomotapa, había dos amigos verdaderos. Todo lo que poseían era común entre ellos. Esos son amigos; no los de nuestro país.
Una noche que ambos descansaban, aprovechando la ausencia del sol, uno de ellos se levanta de la cama todo azorado; corre a casa de su compañero, llama a los criados: Morfeo reinaba en aquella mansión. El amigo dormido despierta sobresaltado, toma la bolsa, toma las armas, y sale en busca del otro. “¿Qué pasa? Le pregunta: no acostumbráis a ir por el mundo a estas horas; empleáis mejor el tiempo destinado al sueño. ¿Habéis perdido al juego vuestro caudal? Aquí tenéis oro. ¿Tenéis algún lance pendiente? Llevo la espada, vamos. ¿Os cansáis de dormir solo? A mi lado tengo una esclava muy hermosa: la llamare, si queréis.- No contestó el amigo; no es nada de eso. Soñaba os veía, y me pareció que estabais algo triste. Temí que fuese verdad, y vine corriendo. Ese pícaro sueño tiene la culpa.”¿Cuál de estos dos amigos era más amigo del otro? He ahí una cuestión que vale la pena dilucidarla. ¡Oh, que gran cosa es un buen amigo! Investiga vuestras necesidades y os ahorra la vergüenza de revelárselas: un ensueño, un presagio, una ilusión: todo lo asusta, si se trata de la persona querida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE DIFICIL ES ENCONTRAR UN AMIGO VERDADERO , PUES LOS MAS SE ALEJAN SI TIENEN QUE AYUDAR AL AMIGO .

UNA VIRTUD NECISITA UN HOMBRE LA AMISTAD NECESITA DOS.